El catedrático de Análisis Económico en la Universidad de Barcelona y presidente de Fedea, Ángel de la Fuente, señaló durante la presentación del informe «Un sistema de pensiones más sostenible» que observa una tendencia decreciente en la población activa y un envejecimiento de la población que podrían poner en riesgo la sostenibilidad del sistema de pensiones.
De la Fuente explicó que, aunque la reforma de 2011 logró cierto respaldo y supone un ajuste automático del gasto en pensiones a la evolución de los ingresos del sistema, este no es suficiente para garantizar el equilibrio a largo plazo. Según el presidente de Fedea, resultado del aumento de la esperanza de vida y el actual crecimiento de la natalidad, es necesario adoptar medidas que compensen estos efectos demográficos.
En relación a cuánto se debe retrasar la edad de jubilación, De la Fuente mencionó que tanto a corto como a medio plazo se debería considerar un aumento paulatino y flexible de la edad de jubilación. Dicha medida debería ir acompañada de una redefinición de las carreras largas y de la posibilidad de mantenerse activo más allá del umbral inicial de la jubilación. Con la implementación de un retiro activo, se busca por tanto, preservar al máximo las habilidades productivas de los trabajadores a lo largo de su vida laboral y evitar que el sistema de pensiones sufra un mayor desgaste financiero.